domingo, 14 de octubre de 2012

día siempre



el amor por la labor convierte a tus proyectos en tus hijos, y el compromiso es como un contrato maternal. implícito, y  eterno: desde que te pensé y para siempre.
no sabes otro modo, y descrees de otras formas de encararlo.
este amor visceral te lleva a muchos errores, y a muchos aciertos.
los errores los recuerdas toda la vida, los aciertos te acarician un momento. Dulce, pero breve.
como leona defiendes, y como abeja construyes.
y cuando tus  hijos enamoran, parten hacia lugares inesperados, y hacen más hijos y te dan esos nietos que vas conociendo de a poco o incluso tiempo después, y que felizmente te desconocen como su abuela… sabes que todo el terremoto de pasiones ha valido bien la pena.

jueves, 2 de agosto de 2012

Mis memorias

Mirada cansada, ojos desorbitados y múltiples descuidos personales. Así me entrego a la tarde de un día agitado. El más notorio de mis olvidos del día de hoy, con mención honorífica y fanfarrias, tendría que ser el desodorante. Desde el medio día lo noté y ahora, hipnotizada, le escribo una oda a mi aroma.
"Huelo a macho" tendría que ser el título de mis memorias, ya que de manera cotidiana olvido el disfraz axilar que mi mamá suele regalarme.

lunes, 30 de julio de 2012

Día 2, o 2mil

Me acosté y me levanté en Suiza. sola.
Se disfruta el fin de mi condición de nómade, las sopas instantáneas de 60 calorías con gusto a pimienta, los pájaros en la higuera a la mañana.
Se complica mi delirio, mi conciencia adquirió el síndrome de Jacques Cousteau. Los síntomas: sensación de cabeza sumergida en aguas azules profundas, una voz en off en francés (obviamente básico) relata mis acciones: "Maintenant, je vais lire un peu plus, et après je vais me préparer un repas merveilleux"
Una después de la otra. a veces se anticipa. las describe todas.
No sé si estoy siguiendo una secuencia de acciones básicas condicionada por la pobre capacidad de mi francés.
Au revoir, merci, bonne soiree -

viernes, 29 de junio de 2012

Día 1, día mil

Hoy es el día uno que debió haber sido hace tanto tiempo. (me veo nuevamente engrosando el listado autoflagelante de reproches hacia mí misma, me canso de ser tan previsible, y me canso ya de lo que ni comencé a escribir). estoy incómodamente sentada frente a una computadora que funciona por mitades, y acá hacen unos 38 grados de calor. - dato importante: nunca usar ropa de algodón negro cuando uno recorre una ciudad de piedra con 38 grados a la sombra-
Extraño México. me llega la nostalgia hasta del superama y las mamás de polanco. pago por un helado de Roxy y una caminata por la condesa, esquivando tontitos con mil perros. quiero ir al mercado, pasear 25 minutos por todos los puestos para recaer en el mismo de los magníficos tacos con queso y papitas; quiero comer el postre mientras hago las compras para la semana, no hay nada más halagador que ser regalada pedacitos de fruta. tan dulce ese melón.
adoro saber que todo esto es sólo una milésima parte de lo que hay.
Esa canción que te tatuaste debería decir "Acuérdate del d.f." , pero ya... cómo olvidarlo?